Homenaje a la marea blanca

Como fecha, el 19 de noviembre de 2002 seguramente no nos diga gran cosa. Pero si decimos Prestige, todos recordamos el petrolero, su hundimiento, la enorme marea negra que provocó y la corriente de solidaridad que inundó España y llevó a las costas gallegas a miles de voluntarios. Por el color de los monos que vestía, estos voluntarios recibieron el sobrenombre de «marea blanca«. Esa es la razón del nombre, pero me gusta pensar que la oposición de una marea blanca a otra negra tiene algún sentido más profundo. Entre los muchos voluntarios estaba Xabier Garrido, un percebeiro de Oia, que ahora quiere agradecer la ayuda de todas esas personas. Esta es su historia.

Un día, Xabier vio algo en el mar. Creyendo que era un cetáceo, se acercó para descubrir un enorme tronco. Aprovechando la marea alta y con la ayuda de un cabo, lo acercó hasta el Porto dos Barcos, un puerto natural en Oia. Siete horas más tarde, en medio de la lluvia, Xabier y dos amigos más consiguieron sacarlo a tierra. Para salvar el enorme madero de palisandro (18,30 metros de largo y unos 1.200 kilos) de las mareas vivas, tuvieron que utilizar un tractor y un cabrestante.

A Xabier, el olor del cilindro de mogoy le recordó al del chapapote. Además de percebeiro, Garrido también tiene una vertiente artística, por lo que enseguida pensó en hacer un monumento homenaje a la marea blanca por todo su trabajo en la costa gallega. El proyecto debía girar en torno al poste rescatado.

Se puso en contacto con la prensa para dar a conocer su proyecto y lograr los apoyos necesarios. En seguida recibió respuesta. Juan Martínez, gerente de Vascogallega (empresa de logística que, entre otras cosas, exporta las piedras de Porriño), quería participar en el proyecto. «Me dijo que eligiera la piedra que más me gustara de los almacenes», cuenta Xabier. Y allá fue. «La pieza es increíble. En cuanto la miré, no lo dudé. Se trata de un negro Angola, una piedra durísima de un color negro brillante». Una vez decidida la piedra que acompañaría a la madera en el monumento, Xabier se enteró del precio: «Sin saberlo, elegí una piedra de 5.000 dólares la tonelada».

Rodeando el palisandro, irán cinco bandas de acero inoxidable con nombres de los marineros y voluntarios. Sobre la piedra, una placa, también de acero inoxidable, un texto explicará lo que hicieron estas personas. Tanto la madera como la piedra irán incrustadas en un gran círculo de hormigón negro. La obra se completa con lo que, en cierto modo, es lo más importante del monumento: pequeñas piedras enviadas por los voluntarios que participaron en la recuperación de la costa.

Si fuiste voluntario puedes enviar tu piedra a:

Homenaxe á marea branca
Pedornes, nº 63
36309 Oia, Pontevedra

Los nombres de los que envíen su piedra se grabarán en los anillos que rodean la madera del monumento.

[Fotografías del Homenaje a la marea blanca]

El Homenaje a la marea blanca, como se llamará el monumento, estará instalado en A Guarda, al pie del monte de Santa Tegra (el segundo lugar más visitado de Galicia). En un principio, la inauguración está prevista para el 19 de noviembre, día en el que se conmemora el décimo aniversario del hundimiento del Prestige. Sin embargo, esta fecha está sujeta a cambios en función de la colaboración que encuentre.

De momento, ya le apoya José Manuel Domínguez Freitas, alcalde de A Guarda, con quien se está consensuando la ubicación definitiva del monolito. También cuenta con la colaboración de diversas empresas: la citada Vascogallega, Estrella Galicia, Xerais, Novagalicia Banco… pero busca pequeñas aportaciones, tanto de particulares como de empresas.

ANEXO 1: Además del que está creando Xabier Garrido, hay otros homenajes a los voluntarios. Uno de los que más repercusión mediática está teniendo (y tendrá) es el documental Marea blanca, dirigido por Isabel Coixet para Save the beach, aquí está el tráiler: