Sí el título es incorrecto o, como mínimo, impreciso, pero hace tiempo que quería escribir una entrada sobre los caracteres formados partiendo de ligaduras entre dos letras y «caracteres formados partiendo de ligaduras entre dos letras» me parecía un título demasiado largo. Es cierto que ya hablé sobre el et o ampersand (&), pero me quedé con las ganas de hablar de algún otro. Así que allá voy.
Índice
Eszett (ß)
Es un grafema propio del alemán de Alemania y de Austria (en el resto de los países o comunidades germanoparlantes ya no se utiliza) y nace de la ligadura de dos eses: una de caja alta y otra de caja baja ese alta y una ese corta (Ss). Una de sus particularidades más destacadas es que nunca va a principio de palabra, por lo que no tiene versión en mayúsculas. Cuando se requiere un eszett en caja alta para títulos o rotulaciones o bien se utiliza la minúscula o se sustituye por dos eses mayúsculas (FIEDRISCHTRAßE / FIEDRICHSTRASSE). No debe confundirse con la be mayúscula (B) o con la beta griega (ß).
Antígrafo o calderón (¶)
Es el signo tipográfico que se utiliza para marcar los párrafos. No está claro su origen, pero parece ser que nació en la Edad Media como una CC de capitulum y que evolucionó hasta convertirse en una especie de P al revés. Como apunta Manuel Sesma en los comentarios, no es una ligadura en sentido estricto, sino que en origen era una abreviatura.
Sección (§)
Se utiliza para hacer referencia a una sección concreta de un documento (§ 15). Su origen viene de la ligadura de las dos eses que se utilizaban como abreviatura de signum sectionis. Una vez que te das cuenta de que son dos eses unidas, nunca más volverás a verlo igual. Un detalle: tiene plural, cuando queramos referirnos a varias secciones deberemos utilizarlo dos veces (§§ 15-24).
Una cosa que no dije en su momento, pero que añado ahora (el tema salió en los comentarios) es que en algunos lugares este símbolo se utiliza para indicar párrafo (por ejemplo, en Brasil).
Arroba (@)
Aunque, en los tiempos que corren la arroba es el símbolo por excelencia del correo electrónico, en origen una arroba hacía referencia precisamente a eso: a una arroba (en tanto que unidad de peso). Gráficamente su origen está, al igual que el del antígrafo, el et o el sigo de sección, en una ligadura latina. Según teorías, viene de la preposición ad o de la conjunción at, si bien en la escritura gótica cursiva castellana representa el dígrafo an.
Eñe (Ñ, ñ)
Esta sí que no os la esperabais, ¿verdad? La verdad es que, hasta que no lo leí en Don Serifa, nunca me había planteado que fuese una ligadura de dos enes. Fue la solución que encontraron los escribas de los monasterios del siglo IX para economizar espacio que colocaron una virgulilla (una ene más pequeña) sobre otra más grande. Con el tiempo, esta virgulilla se estilizó tanto que acabó por convertirse en una línea y perder cualquier parecido con la ene inicial. Y lo mismo pasó en portugués para indicar la nasalización de las vocales (ã y õ).
AÑADIDO: Si llegaste hasta aquí, léete los comentarios, Pedro Arilla, Elena Veguillas y Manuel Sesma hacen unas aclaraciones muy interesantes e importantes. Tanto que tengo que reescribir la mitad de la entrada. Y me encanta 🙂
NOTA: El criterio para seleccionar las tipografías de muestra de las imágenes se basó en dos puntos:
- En primer lugar y como es lógico, debían tener todos los caracteres tratados.
- Quería poner dos sin remates (una conocida, Helvetica, y otra algo menos, Amerika Sans), dos con remates (Arno Pro como consolidada y Valentina como no popular), una caligráfica (Zapfino, aunque tengo que reconocer que me parece excesiva) y una blackletter o gótica (Washington Text) para tratar de mostrar la mayor cantidad de variaciones posibles
Hola Manuel,
genial artículo (y gracias por utilizar Valentina en los ejemplos). Pero desde la humildad me gustaría realizar algunos apuntes:
– Eszett: No es una ligadura de ese de caja alta y ese de caja baja, sino de ese alta y ese corta. La ese corta sí que es una ese de caja baja, pero una ese alta no es una ese de caja alta, sino una ese «especial» que se utilizaba antiguamente en inglés y actualmente en alemán. Aunque no sé realmente su función, a ver si alguien puede aclararnos este punto.
– Antígrafo: No conocía esta denominación y siempre lo he llamado «calderón». Lo que no tengo claro es si es una ligadura.
– Sección: Siempre había creído que se llamaba así, hasta que leí el INDISPENSABLE ‘Los elemento del estilo tipográfico’ de Bringhurst. Él llama a este símbolo «párrafo» y yo me fío de él aunque sea más lógico lo que tú apuntas. Seguro que alguien nos puede iluminar también en este punto.
– Arroba: Nada que añadir.
– Eñe: Voy a rebatir algo que yo mismo escribí, lo sé. Pero es que el otro día debatí vía twitter con Enrique Villaba (@enriquevillalba) y él sostenía que en paleografía la línea sobre unas letras de una palabra no era una ligadura sino un signo general de abreviatura. Me puso ejemplos, me adjunto imágenes y apoyó su postura con multitud de argumentos. He estado investigando y parece ser que hay autores que defienden esa postura y otros que defienden la que tú has explicado aquí. Así que ahí dejo la duda…
Seguro que he metido la pata en alguna cuestión, pero para eso estamos: para aprender.
Un abrazo.
El artículo está genial, también la aportación de Pedro. A ver si puedo aportar algo:
-en cuanto a la eñe, Jorge de Buen apunta que se origina como una abreviación de dos enes. Al parecer en los manuscritos medievales se abreviaba poniendo una rayita (o macrón) encima de la primera ene.
-calderón o antígrafo, al parecer José Martínez de Sousa lo llama con ambos nombres. Quienes somos nosotros para dudarlo! Según algunas teorías comenzó siendo una C abreviatura de capitulum, luego para distinguirlo se le añadió una raya vertical y mas tarde una segunda raya vertical.
-de la arroba nada que añadir, excepto que el uso de la «arroba epicena» para plurales ‘politicamente correctos’ debería estar prohibido. Mi socio el señor Sesma publicó un texto muy acorde sobre este tema. (Manuel Sesma, «Español por arrobas. Los problemas de un signo cool»)
-sección, efectivamente de Buen lo llama ‘párrafo’ y no admite que se llame sección, y apunta como posible origen la abreviatura de la voz latina sectiones. Curiosamente a Jan Tschichold le parecía un símbolo espantoso.
-Eszett, lo primero es que esta letra es un dígrafo, es decir, que se compone de dos letras para representar un mismo fonema, y como han dicho antes se sustituye por dos eses obligatoriamente en mayúsculas porque en aleman no hay palabras que empiecen con una doble ese. Dice de Buen que «el origen es un ligado de una ese larga y una corta (como se ve en la letra romana), o bien de una ese larga y una zeta (como se ve en la escritura gótica); de hecho Eszett significa «ese zeta»». Al parecer en las lenguas romances era normal usarla al final de las palabras que terminaban en doble ese. Es curioso que el fin de esta letra se debe a la influencia de los impresores italianos, que no usaban doble ese, y por tanto no necesitaban el símbolo.
Fuente: Manual de diseño editorial, Jorge de Buen Unna
Entrando al trapo de lo que ya han comentado Pedro Arilla y mi socia Elena Veguillas, he de hacer antes que nada alguna enmienda a lo dicho:
– Robert Bringhurst, en su «The Elements of Typographic Style» (version 3.0, Hartley & Marks, Vancúver, 2004) no menciona en ningún momento el término «paragraph» (párrafo, en inglés), sino que habla de «section sign» (págs. 77 y 317). Otra cosa es que en la edición en castellano del Fondo de Cultura Económica el traductor haya decidido traducirlo por «párrafo» («traduttore, traditore», que se dice). Carezco de otras referencias al respecto, por lo que no ahondaré más en este término, pero hemos de tener mucho cuidado con las que tomamos de obras traducidas y no de las fuentes principales.
– Sobre la polémica del glifo ß en versales —y en el idioma alemán—, sí que existe este y tiene su sitio en Unicode desde 2008. Recomiendo un par de artículos al respecto del diseñador, teórico e investigador Ralf Herrmann publicados en su página opentype.info, pues para él ese signo se ha convertido en un auténtico caballo de batalla.
– En cuanto a la ñ, José Scaglione y Andreu Balius dieron una conferencia en varios sitios bajo el título «Un signo para representar un sonido. El origen de la «ñ» y su significación cultural.» que está recogida en el libro de ponencias del 3cit de 2008 (págs. 14–17). En él explican todo lo que hay que saber sobre ese glifo, y más.
– Si se pregunta a cualquier tipógrafo español (de los antiguos del plomo, sí), todos responderán que el nombre del signo ¶ es «calderón», porque además «tiene forma de un caldero volcado». Ignoro las denominaciones en otras latitudes. Su origen es el de una C gótica (para indicar «capitulum»), algo que salta a la vista en multitud de manuscritos de la época. Estrictamente no es una ligadura sino una abreviatura… en su origen.
Para terminar:
— En cuanto a las ligaduras tipográficas (y las ligaduras en su conjunto) recomiendo la lectura del nº22 de la publicación Cahiers GUTenberg (1995) «Ligatures & caractères contextuels», accesible en línea. Está en perfecto francés, eso sí.
— Añadir por último que, en un artículo de la mencionada publicación («Introduction: vous avez dit “ligature”?»), Jacques André distingue hasta seis tipos de ligaduras tipográficas… pero eso —y otras cosas— ya lo contaré en una entrada del blog de Tipo e.
No recuerdo dónde lo leí, pero el calderón, antígrafo o signo de párrafo (¶) es el que se utiliza en España, mientras que el que para nosotros indica la sección (§) es utilizado en Brasil con la misma finalidad.
En cualquier caso, me parece que voy a tener que hacer muchas ediciones en la entrada 🙂
Muchas gracias
Hola Manuel,
por lo que veo el 3cit de 2008 dió para mucho. Lástima que no tuviera noticia de él. He visto que algunos asuntos de mi interés aparecen en el libro de ponencias (citado aquí y en otros blogs). ¿Sabes si es posible conseguirlo o fue una tirada limitada exclusiva para los asistentes?
Gracias
Hola, Juan Luis
La verdad es que no lo sé. Pero si lo encuentras, pásamelo 😉
Eso sí, hay una aplicación para iPhone/iPad/iPod (Bastarda, se llama) que es una revista sobre aquello (si no recuerdo mal).