El adversario es otro, titula Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, su artículo publicado hoy en El País. Su artículo parte de la polémica creada en internet en torno a la llamada «Ley Sinde» y al post La cena del miedo, de Amador Fernández-Savater, y pretende ser una respuesta a todos sus (sí, parece algo personal) opositores.
Tras un título conciliador, se encuentran un cúmulo de imprecisiones, errores, omisiones intencionadas y hasta un punto de victimismo. Como no soy de envenenarme (bueno, sí, lo soy, pero no quiero), dejo aquí tres enlaces en los que se pueden encontrar algunas reacciones al texto de la ministra:
- Elías Notario en Alt1040: Sinde, ¿por qué mejor no se calla?
- Javier Peláez en La aldea irreductible: Por diez años, señora Sinde, por diez años
- Enrique Dans: La ministra y sus errores
Dice Enrique Dans, el enemigo no es el internauta, sino la industria cultural, que no representa los intereses de los creadores, y quiere mantener a toda costa un modelo de negocio anclado en el pasado y de espaldas a la realidad. Si iTunes funciona, si la gente se hace cuentas premium de Spotify si, en definitiva, la gente sigue pagando por consumir cultura, ¿por qué no buscan una línea de negocio similar, en lugar de pretender seguir con un sistema arcaico?