Si a la hora de escribir para un medio tradicional nos encontramos con una serie de exigencias inherentes al medio, en intenet estas no sólo existen, sino que, además, se acentúan.
Por ello, en diferencias entre el periodismo tradicional y el periodismo en internet, entre todos los factores que diferencian el periodismo tradicional del periodsimo en internet, destacaba dos (el soporte y la urgencia). Sin embargo, no siempre debemos entender los condicionantes como limitaciones. Tenemos que saber aprovecharlos de la mejor forma posible y, así como en la entrada citada esbozaba algunos puntos, aquí los desarrollo:
- Espacio ilimitado. Un punto que, aunque a priori pueda parecer positivo, supone que, en muchos casos nos extendamos hasta más allá de lo razonable, con lo que nuestros usuarios se irán sin llegar al final de los contenidos. Como en todo, la virtud está en el punto medio.
- Posibilidad de actualización. Otro punto positivo. Una información puede (y lo hace) cambiar a lo largo del día: se enriquece en datos, matices, declaraciones, material audiovisual… Como contrapunto tiene que muchas veces tendemos a actualizar tanto los contenidos que perdemos los contenidos originales. Hay que tener mucho cuidado con ello.
- Enlazado de los contenidos. Para evitar caer en los dos «pecados» anteriores podemos recurrir al enlazado de los contenidos. Muchas veces, para enriquecer y contextualizar un contenido podemos recurrir al enlazado, bien sea este interno (dentro de nuestra propia web) o externo (a la fuente original o un lugar en el que encontrar información más especializada sobre un tema determinado). Como en los casos anteriores, hay que tener medida a la hora de enlazar, ya que demasiados enlaces aturden y hace que el lector pierda interés en lo que le estamos contando o abandone nuestra página antes de tiempo.
- Enriquecimiento del texto con contenidos multimedia. Fotos, vídeos, gráficos, audios… todo aquello que sirva para dar una visión más completa de la información. Además, en muchos casos nos servirá para amenizar y agilizar el consumo de esa información.
- Empleo de otros formatos. El contenido tiene que estar enriquecido con otros formatos (además de los multimedia) para evitar que el texto sea completamente plano. Negritas, listas, cursivas, citas, ladillos y cualquier otra variación del estilo que facilite la lectura. No debemos olvidarnos de que estamos escribiendo para leer en una pantalla, con todo lo que eso supone. Lo que hay que evitar siempre son los subrayados, dado que en internet está estandarizado que el texto subrayado es un enlace.
- Posibilidad de acceder al contenido pasado mucho tiempo. Decía Daniel Burgui en un comentario a características de un periodista web que hay que saber «escribir para un medio completamente atemporal como es internet» porque el «buen periodista digital tiene que saber que escribe piezas que puede ser recuperadas varios años más tarde».
- Conocimientos de SEO. No hay que ser un experto en SEO para poder aplicar unos pequeños «mandamientos» a la hora de elaborar una información. Si queréis saber algo más os recomiendo que reviséis el SEO es tu amigo y, sobre todo, SEO para redactores en cinco minutos. Veréis que escribir periodísticamente no está reñido con el SEO.
- El tiempo. Esta característica sí es una limitación. La velocidad exigida por el periodismo web en ocasiones impide que las informaciones se contrasten adecuadamente. Es más importante sacar la información antes que sacarla mejor. El pegar un teletipo o el copiar al dictado de lo que diga la radio o la televisión son fundamentales para sacar pronto la noticia. Pero no todas las informaciones merecen el mismo tratamiento en este aspecto. Por eso, como decía en alguna entrada anterior, considero que priorizar la urgencia sobre la importancia es un error.
Aunque estrictamente no sea escribir para web, hay que tener en cuenta dos aspectos que vienen impuestos por internet:
- Redes sociales. Hay que saber utilizar las redes sociales. Facebook y Twitter pueden ser una buena fuente de usuarios, pero hay que saber utilizarlos. No son únicamente para poner enlaces a contenidos: hay que humanizarlos, no podemos dar la impresión de que quien hace eso es un robot. También hay que tener cuidado con el número de publicaciones, dado que un exceso puede ser causa para que los usuarios dejen de seguirnos. Por último, no debemos olvidarnos de que son fuentes de tráfico pero también tenemos que tener en cuenta que son espacios de conversación. «Vomitar» contenidos sin dar una respuesta a los usuarios puede llevar a granjearnos una mala reputación.
- Comentarios, participación y llamadas a la acción. Es importante abrir las noticias a comentarios, dar al usuario la opción de que participe (con encuestas, por ejemplo) y hacer que, de algún modo, sea el propio usuario quien extienda nuestro contenido por las redes sociales. Pero hay que hacer algo más. Nada de lo anterior sirve de nada si no se aprovecha para generar contenidos. De este modo no sólo tendremos contenido único, sino que lograremos que el usuario se sienta escuchado y se fidelice.
Enumerado de esta forma, parece que el periodismo web sea especialmente complicado, pero no es así. El periodismo, en esencia, sigue siendo lo mismo: contar historias lo mejor posible. Sólo que en internet, «lo mejor posible» implica muchos más aspectos de los que supone hacerlo en un periódico, una televisión o una radio.
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