Si te interesa la tipografía pero, como yo, no eres ningún experto, este es tu libro. Simon Garfield hace un repaso de la historia de la tipografía, su terminología y algunas de las fuentes y tipógrafos más importantes de la historia de un modo sencillo y entretenido que convierte a Es tu tipo en un libro apto para iniciados y aficionados. Aunque es probable que a los lectores que ya tengan unos conocimientos avanzados le resulte demasiado básico e incluso simplista en algunos aspectos.

Es mi tipo, de Simon GarfieldDe la Comic Sans a la Helvetica, de Baskerville a Gotham, de Gutemberg a Johnston, de Caslon a Frutiger… Garfield trata los hitos de la tipografía de un modo ciertamente desenfadado y sin entrar en excesivos tecnicismos que, por otra parte, siempre explica. A lo largo de todo el libro intercala datos históricos con anécdotas, cuiriosidades y capítulos dedicados a una fuente concreta.

La primera sorpresa que nos encontramos al abrir el libro es una tabla periódica de las tipografías, que ya me hizo albergar esperanzas (luego confirmadas) de que el autor era tan friki como yo.

A medida que se van mencionando fuentes, sus nombres aparecen escritos con su propia tipografía, lo que nos permite hacernos una idea de qué está hablando el autor. Sin embargo, echo en falta que se muestren más ejemplos de las tipografías de las que habla.

No pretendo que haya un alfabeto completo o una frase completa de todas las fuentes que aparecen en el libro (haría falta otro volumen únicamente para esto), pero sí al menos de las que tienen una presencia más constante (Baskerville, Caslon, Johnston, Futura…). Especialmente cuando habla de las características de determinadas letras o las compara con otras (Helvetica y Arial, por ejemplo).

La tipografía no debe verse

Es una de las premisas que van repitiéndose a lo largo del libro. La buena tipografía debe ser invisible, tiene que ser un vehículo y no el mensaje, ha de ser imperceptible para el lector… A medida que avanza el libro, van apareciendo tipógrafos, impresores, diseñadores gráficos… que abundan en esto: si una fuente llama la atención del lector, es que no es la correcta.

Por supuesto, los tipógrafos trabajan en crear fuentes bellas, legibles, expresivas, claras o exuberantes. Y los editores e impresores buscarán las que se ajusten más al tipo de contenido, primando la inteligibilidad en algunos casos y el impacto visual en otros. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el trabajo del diseñador de tipos (que puede llevar más de tres años para un tipo de letra) suele estar orientado a lograr su invisibilidad. Es lo que sucede con los trabajos editoriales o los de señalización.

Os propongo un ejercicio: minimizad esta ventana y tratad de dibujar la ge mayúscula que hay en el titular de esta entrada; o la cu mayúscula del libro que estéis leyendo; o una ele minúscula un cartel de carretera (una pista: si es una autovía española, la tipografía será una Transport). Comprobad el dibujo con el real ¿Salió bien? Supongo que, en la mayoría de los casos, incluido el mío, la respuesta será que no. Y es por eso por lo que esas tipografías funcionan bien: porque el lector no se entera de que están ahí.

Por si os apetece leerlo (os lo recomiendo), sólo os adelanto que el capítulo en el que se habla de la sustitución de Futura por Verdana en la imagen corporativa de IKEA merece especialmente la pena.

FICHA DE Es mi tipo:

  • Título original: Just my type: A book about fonts
  • Autor: Simon Garfield
  • Año: 2011
  • Editorial: Taurus
  • Colección: Pensamiento
  • Idioma original: Inglés
  • Encuadernación: Rústica
  • Páginas: 376
  • Dimensiones: 13×21,5 cm.
  • Precio: 21 €
  • ISBN: 978-84-3060-826-3

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