En muchos lugares podemos encontrar fósiles de animales que acabaron en lo que un día fue el fondo marino. Hicieron falta millones de años y cataclismos planetarios para que esto sucediese. Sin embargo, en el centro de Asia podemos visitar un desierto en el que las profundidades submarinas tardaron menos de 60 años en quedar al descubierto: el Mar de Aral. Aunque allí los fósiles no son crustáceos o animales antediluvianos, sino barcos oxidados.

NOTA: Esta entrada es muy larga y está escrita en ratos sueltos, así que es probable que tenga redundancias, inconsistencias estilísticas y una edición pobre.

La evolución del Mar de Aral

En 1960, el Mar de Aral medía 68 000 km² (algo más que la superficie de Galicia y Cataluña sumadas y bastante más que la de Aragón). En 2008, solo ocupaba 6800 km² (un poco menos que el País Vasco y más que Cantabria) repartido en dos lagos. Su tamaño se redujo radicalmente: un 90 % en menos de 50 años. En 2014, el lóbulo oriental del lago sur, que representaba su mayor parte, se secó por completo y, se cree, de forma irreversible.

El desastre es de tal magnitud que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) considera que el ecosistema del Mar de Aral está colapsado.1Un ecosistema está Colapsado cuando es prácticamente seguro que las características bióticas o abióticas que lo definen hayan desaparecido de todas las ocurrencias y la biota nativa característica ya no es sostenida. Esta categoría solo se asigna cuando los evaluadores están virtualmente seguros (> 99 % de probabilidad) del resultado de la evaluación. (Wikipedia)

El que fue el cuarto lago más grande del mundo hoy está prácticamente desaparecido. Las causas principales no fueron sequías, cambios en la tectónica de placas o cualquier otro motivo natural. El culpable de uno de los mayores desastres medioambientales de la historia fue el hombre.

¿Por qué se secó el Mar de Aral?

Cuenca del Mar de Aral

Aunque el Mar de Aral se encuentra entre Kazajistán y Uzbekistán, su cuenca abarca también los vecinos Kirguistán, Tayikistán y parte de Turkmenistán, por donde transcurren los ríos de los que se nutría: El Amu Daria y el Sir Daria. En total, la cuenca cubre 1 549 000 km², una superficie que equivale más del triple de la española.

En mitad del desierto de Asia Central, el agua de los ríos y del lago era un bien tan necesario como escaso, por lo que en la década de 1930 empezaron a construirse canales de irrigación que desviaban el agua de los ríos a los campos de regadío. Estos canales eran muy ineficientes y por ellos se perdía buena cantidad del agua, bien por filtraciones, bien por evaporación. Se calcula que antes de los años 60 se desviaban entre 20 y 70 km³ de agua.

En 1959 la Unión Soviética decide convertir el desierto de Asia Central en una zona de cultivo, principalmente de arroz, melones, cereales y algodón. El objetivo era que la URSS se convirtiese en uno de los mayores productores del mundo de esta última materia prima.2Al menos en este aspecto, el plan fue un éxito, ya que Uzbekistán es uno de los mayores productores y exportadores de algodón del mundo. El principal problema es que el algodón necesita mucha agua y, de entrada, no parece el mejor cultivo para una zona desértica.

A medida que pasaban los años se aumentaba el volumen de agua trasvasada de los ríos a los regadíos. Las consecuencias no se hicieron esperar. En la primera década, el nivel del Mar de Aral descendió aproximadamente unos 20 cm anuales; en los 70, el descenso estuvo entre los 50 y los 60 cm por año; en los 80 el ritmo se aceleró hasta situarse entre los 80 y los 90 cm.

Sin embargo, esta situación no era inesperada, según recoge Tom Bissell en Eternal Winter: Lessons of the Aral Sea Disaster, un ingeniero soviético dijo en 1968 que «es evidente para todo el mundo que la desaparición del Mar de Aral es inevitable».3Cita extraída de la Wikipedia.

Mar de Aral (1989-2014)
Mar de Aral (1989-2014). Montaje hecho por Producercunningham a partir de fotografías de la NASA (WikiCommons).

Como consecuencia de la bajada del nivel del agua, surgió un problema adicional: el aumento de la salinidad del lago, que impactó de forma decisiva en el bioma del Aral y en la consiguiente crisis ecológica.

Tras la desmembración de la Unión Soviética hubo un momento de esperanza cuando, en enero de 1994, Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán, y Kirguistán firmaron un compromiso para dedicar el 1 % de sus presupuestos para recuperar el Mar de Aral. Sin embargo, no pasó de ser un espejismo, ya que el nivel del mar no dejó de bajar de forma alarmante.

En la actualidad, el Mar de Aral está dividido en dos partes y, mientras que en el Mar de Aral Norte algunas medidas parecen haber tenido éxito4En 2007 se construyó el dique Kokaral, una presa de hormigón que separa las dos partes del Mar de Aral e impide que pase agua hacia el sur. De este modo, se consiguió que el nivel del Mar de Aral Norte creciese y su salinidad bajase. Antes de la construcción del dique, la ciudad de Aralsk (antaño costera) estaba a 100 km de la orilla; en 2015 ya solo estaba a 20 km. Sin embargo, esta mejoría parece haberse estancado. y se ha recuperado parte de su volumen, el Mar de Aral Sur está prácticamente abandonado y con toda probabilidad acabará por secarse definitivamente.

Casi podemos decir que del Mar de Aral solo quedan restos en forma de barcos abandonados y oxidados sobre la arena.

Mar de Aral
Barco varado en el Mar de Aral (de Gilad Rom, WikiCommons).

El futuro del mar de Aral

A pesar de todo lo dicho y de la pérdida casi definitiva del bioma del Mar de Aral hay muchos planes y acciones que pueden ser tomadas para que la condena del lago no sea irreversible y que se están estudiando. Muchas de ellas son compatibles entre sí y pasan por una reconversión de la agricultura, especialmente del cultivo del algodón. Estas son algunas de las más viables:

  • Mejorar la calidad de los canales de irrigación.
  • Cultivar variedades de algodón que exijan menos agua.
  • Promover un desarrollo económico en la cuenca que no esté basado en la agricultura.
  • Emplear menos productos químicos en las plantaciones de algodón.
  • Diversificar la agricultura y hacerla menos dependiente del algodón
  • Trasvasar agua de los ríos Volga, Ob e Irtysh para recuperar el tamaño original del Mar de Aral.5Los mayores obstáculos de este proyecto son su duración, estimada entre 20 y 30 años, y su coste, entre 30 y 50 000 millones de dólares.
  • Trasvasar agua salada desde el Mar Caspio y diluirla con el agua dulce de la cuenca del Mar de Aral para reducir la salinidad.

Otros lagos que se están secando

El caso del Mar de Aral no es único. Hay muchos otros lagos y mares interiores del mundo que se están desecando, con todo lo que ello implica para la biodiversidad y para las comunidades que viven en sus proximidades. Tal vez todavía lleguemos a tiempo de salvar alguno.

  • Mar Muerto (Palestina, Jordania e Israel).
  • Lago Hamún (Irán y Afganistán).
  • Lago Saltón (Estados Unidos).
  • Lago Chad (Camerún, Chad, Níger y Nigeria).
  • Lago Tulare (Estados Unidos).
  • Lago Urmía (Irán).
  • Lago Owens (Estados Unidos).
  • Lago Walker (Estados Unidos).
  • Lago Pirámide (Estados Unidos).
  • Lago Mono (Estados Unidos).
  • Lago Poyang (China).
  • Lago Qinghai (China).
  • Lago Meredith (Estados Unidos).
  • Lago Albert (Australia).
  • Lago Hindmarsh (Australia).
  • Lago Poopó (Bolivia).
  • Lago George (Australia).
  • Lago Nainital (India).
  • Lago Figuibine (Malí).
  • Lago de Chapala (México).
  • Lago Mead (Estados Unidos).
  • Gran Lago Salado (Estados Unidos).

También puedes leer este texto en gallego: A morte do Mar de Aral.

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