Tenían que ser los mineros quienes nos devolvieran la ilusión en estos tiempos revueltos y los que nos marquen el camino a seguir. Tenían que ser ellos los que nos sacaran del amodorramiento y del borreguismo en el que nos habíamos instalados. Tenían que ser ellos los que, una vez más, sacudieran las ramas marchitas de nuestra conciencia social. No podían ser otros.
Ellos fueron los primeros en crear las cajas de compensación, germen de la hoy agonizante seguridad social; los primeros en sumarse a los movimientos obreros y sembrar las semillas del sindicalismo con las unions británicas; los únicos que parecen conservar los principios de solidaridad e internacionalidad entre trabajadores; los que se levantaron en 1934 contra la República, en 1962 contra el franquismo, en los 80 con la reconversión industrial…
Tenían que ser los mineros, hartos de trabajar en las peores condiciones, de llevar a cabo uno de los trabajos más peligrosos del mundo, quienes nos volviesen a mostrar un camino que nadie sabe dónde perdimos. Tenían que ser los mineros, orgullosos de lo que son (hijos, nietos y padres de mineros), los que nos hiciesen ver qué es la solidaridad de verdad.
Dice Isaac Rosa en Soy minero que «la figura del minero, con su casco, su lámpara y su rostro ennegrecido está fuertemente arraigado en el imaginario de la clase trabajadora«, que «en los mineros vemos nuestro pasado, nuestra conciencia de clase que en algún momento perdimos o nos arrebataron» (o que entregamos dócilmente, añado) y que en ellos también vemos «las posibilidades de lucha colectiva que hoy no encontramos». Así es como nos abren los ojos y nos enseñan que un futuro mejor es posible.
Tenían que ser los mineros, porque ¿acaso queda alguien ahí fuera que pudiese hacerlo? No. Sólo los mineros y la esperanza que representa la lámpara de su casco, incluso en las profundidades de las minas. Tenían que ser ellos, porque no hay nadie que sea capaz de hacer lo que hace un minero.
Muy loable la lección que nos han dado a todos los trabajadores. La unión hace la fuerza. Luego se podrá estar de acuerdo en sus reivindicaciones o no (yo soy crítico con las ayudas), pero su actitud es un ejemplo para todos. Gran post y coincido contigo, muy bueno el de Isaac Rosa 😉
Las reivindicaciones van más allá de las meras ayudas. Es un incumplimiento de lo acordado entre el Estado y Bruselas, son la elección de las partidas a recortar (casualmente las de seguridad se eliminaron), es la nula supervisión de los diferentes gobiernos del destino de las subvenciones, es la negativa a dialogar… Son demasiadas cosas como para desarrollarlas desde el móvil 😉
Me alegro de que haya gustado.
Isaac Rosa es un crack. Ojalá escribiese como él.
Saludos Manuel, me permito comentarte que tu escritura desde el alma, es diferente y a la vez igualmente de genial que la de Isaac Rosa………..cada uno en su sitio y dios en el de todos…………gracias por tu sincero trabajo y tu generoso comartir……..
Abrazos desde la India
Uma Gimenez
Eso está claro, un tema mucho más complejo que lo que parece. Todo mi respeto hacia los mineros, pero está claro que las ayudas no han funcionado, no han servido para revitalizar el sector o para reconvertir las comarcas. Además, pase lo que pase, en 2018 de acaban definitivamente (se iban acabar en 2012, pero el PSOE consiguió una prórroga a pesar de las reticencias de la UE). Y sí, el tema da para varias horas de conversaciones de bar, nada de móvil… 🙂
Al parecer, las ayudas se desviaron y ahora están investigando a uno de los propietarios de las minas por este motivo.
Y, sí, tenemos que tomarnos unas cañas para hablar de todo esto y de más cosas 🙂
Un aquarius de limón, camarero!!! 🙂
No hago carrera de usted, caballero 🙂
¿Las cañas son sólo cosas de chicos no?
Felicidades por el artículo, me ha encantado. Y me ha emocionado.
A las cañas también puedes venir.
Muchas gracias 🙂
manolo, gracies por esti post solidariu cola nuestra xente -…que bien tuviste ocasión de conocer y polo que se te sigue recordando gratamente en tola Cuenca…- y nestes circunstancies nes que namás se reciben palos y venenoses portaes del ABC…un saludu fraternu dende l’Asturies irredenta, compañeru O’Rivas, tamos cerca…
Gracias a los mineros y a todos los asturianos que les apoyáis. Sois un ejemplo para todos.
Pues a pesar de toda la historia y perdidos ya los complejos de clase, lo que no es comprensible es como de iluminados en las profundidades oscuras pasan por luciérnagas ciegas agolpadas en masa pidiendo favores en lugar de rascar debajo de las piedras. No creo en su protesta, ¿hablamos de disuasión dado su potencial explosivo?, ¿y porqué el que no es minero se convierte en terrorista si usa el mismo elemento disuasivo?, ¿España minera contra España militar?, casi pienso que se mezclan y que nos estamos yendo a la civil como si no pareciera…
Después de los mineros devolvámonos la ilusión entre todos. El 25 S rodea el congreso.
El fin de la paradoja.
Nos encontramos en la época histórica en la que resultaría más sencillo que hubiese una cobertura de necesidades y comodidades básicas para todos y, sin embargo vivimos en el periodo en el que mas desigualdad existe y en el que las rentas son más extremas, los ricos cada vez lo son más y los pobres también.
Estamos en la época histórica en la cual sería más fácil convertir al trabajo en herramienta de bienestar y no, como hasta ahora al bienestar en herramienta del trabajo; de hacer de éste un derecho universal y no algo competitivo que condena a todos por igual: a unos a trabajar demasiado y a otros a la maldición del desempleo, aunque unas condenas sean más llevaderas que las otras.
Estamos en la época histórica en la que más sencillo resultaría obtener la energía de un modo limpio y barato y, sin embargo, seguimos contaminando y quemando petróleo de manera insensata.
Y así mil paradojas más.
¿Hasta cuando es tolerable que éstas se sigan manteniendo?
Sigamos el ejemplo de los mineros y comencemos con la acción a buscar un nuevo mundo. Esto no ocurrirá de un modo instantáneo, deberá desarrollarse a partir de nuevas premisas y precisa de un nuevo paradigma social en el que multitud de comportamientos anacrónicos deberían desaparecer siendo restituidos por otros acordes a los nuevos tiempos. Esto ya paso con la invención de la imprenta y, más tarde con la aparición de la máquina de vapor.
El poder económico impide que evolucionemos hacia nuevas formas ede vida acordes a los nuevos tiempos en los que la humanidad y su habitat primen sobre cualquier interés….
Ahí comienza la lucha, después una tranquila evolución…..