Llevo ya escritas algunas cosas sobre Helvetica en este blog. Y creo que ya llegó el momento de hablar sobre las diferencias que existen entre la tipografía de Linotype y Arial. Para los profanos, ¿por qué comparo Helvetica y Arial? Porque ésta última es una versión (mala, si hacemos caso a las opiniones benévolas) de Helvetica que hizo Microsoft. ¿Por qué Microsoft creó la Arial y no introdujo la Helvetica en su listado de tipografías? Porque Helvetica pertenece a Linotype que, a su vez, vendió los derechos de uso en productos informáticos a Adobe.
Arial es muy parecida a Helvetica. Mucho. Para cualquier persona que no esté acostumbrada a ver tipografías, pueden pasar por ser indistinguibles. Pero nada más lejos de la realidad. Hay multitud de aspectos diferenciadores: los más llamativos son los de la a y la te minúsculas, la erre o la ge mayúsculas, o los terminales de la c o la e. Gráficamente, podríamos mostrar las algunas direferencias entre Arial y Helvetica así:
Si te consideras un experto en distinguir ambas tipografías, puedes ponerte a prueba con los diferentes tests que hay en internet. Uno de ellos es el de IronicSans en el que se utilizan logos comerciales (son 20 preguntas, y, sorprendentemente acerté las 20); Otro, que ya enlacé otro día, es el de iliveonyourvisits.com. Y hay una aplicación para iPhone y iPod en la que tienes que distinguir entre Helvetica y Arial.
En Unos tipos duros publicaron hace mucho tiempo (allá por 2005) El azote de la Arial en el que se leen cosas como «la omnipresencia de la Arial no se debe a su belleza; realmente es bastante fea» o «Arial [···] tiene una historia bastante dudosa y poco carácter». Además de perlas como las anteriores, aquí podemos leer una breve historia de la Helvetica y la Arial, a la vez que nos enseñan a diferenciar entre ellas y la Grotesque.
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