Según la RAE, transparente significa:
(Del lat. trans-, a través, y parens, -entis, que aparece).
1. adj. Dicho de un cuerpo: A través del cual pueden verse los objetos claramente.
2. adj. Dicho de un cuerpo: translúcido.
3. adj. Que se deja adivinar o vislumbrar sin declararse o manifestarse.
4. adj. Claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad.
5. m. Tela o papel que, colocado a modo de cortina delante del hueco de ventanas o balcones, sirve para templar la luz, o ante una luz artificial, sirve para mitigarla o para hacer aparecer en él figuras o letreros.
6. m. Ventana de cristales que ilumina y adorna el fondo de un altar.
La primera acepción es la que tenemos todos en la cabeza; la segunda, me la creeré, porque lo dice la RAE (aunque discrepo); la tercera y la cuarta, son las acepciones metafóricas y conocidas; la quinta y la sexta, las desconocía por completo.
«Vale, que sí, que muy bien, pero, ¿a qué tanta historia?». Ahora llegamos a eso. Transparente tiene una influencia sobre mí como pocas palabras. Es oírla en determinados contextos y notar un escalofrío recorrerme la espalda. Además, ninguna de las dos acepciones encaja en ninguna de las recogidas de la RAE. ¿Cuál es? Muy sencillo, si se puede ver a través de algo, es que ese algo no se ve.
El primero de los dos casos a los que aludiré, la suelen decir los desarrolladores de aplicaciones y funcionalidades, al menos en internet: «la gestión de esta aplicación será transparente para vosotros». Eso me da miedo. Lo que quieren decir es que nada de lo que hagamos afectará a nuestra forma de trabajar, aunque, en la realidad, muchas veces acaba significando que, hagas lo que hagas, no verás cambio alguno.
El segundo, es cuando los políticos dicen que su «gestión será transparente». Aquí lo que entiendo no es lo que ellos quieren dar a entender (que se podrá ver todo lo que hagan), sino que su gestión será como el juego del trilero: harán sus malabarismos, dirán todas las palabras vacías que quieran, se quedarán con nuestro dinero y, después, no veremos nada (los fans de Terry Pratchett ya sabréis que esta idea parte de la política del patricio de Ankh Morpork).