Un kilo ya no es un kilo

Cuando se utiliza el campo de fútbol como estándar de superficie o el café como unidad monetaria me crujen las meninges y siempre salgo con lo de las unidades de medida estandarizadas por la Oficina Internacional de Pesas y Medidas.

Bueno, pues ahora resulta que estas unidades de medida no son todo lo invariables que creíamos. Ahora resulta que el kilo (la masa que tiene el prototipo internacional compuesto de una aleación de platino e iridio) ya no «pesa» un kilo, sino que desde que se fabricó en 1879 «adelgazó» 50 microgramos (10-6 gramos). No es mucho, cierto, pero esto reclama la necesidad de buscar un nuevo estándar para medir la masa (que no el peso). Seguir leyendo «Un kilo ya no es un kilo»

El análisis heurístico, a vueltas con la usabilidad web

Hace tiempo escribí dos entradas relacionadas con la usabilidad web. El primero de ellos era No me hagas pensar me hizo pensar (relacionado con el famoso libro de Steve Krug) y, el segundo, Diez crímenes contra usabilidad que no debes cometer. Hoy vuelvo a la carga con la usabilidad hablando sobre un tema que me trae de cabeza por razones laborales: el análisis heurístico.

Según la cuarta acepción recogida por la RAE, la que más se ajusta a la materia, heurístico es:

[···] manera de buscar la solución de un problema mediante métodos no rigurosos, como por tanteo, reglas empíricas, etc.

Con esta definición, podría parecer que es como decir «al buen tuntún» o «a ojo de buen cubero», pero no es así. O no del todo.

Seguir leyendo «El análisis heurístico, a vueltas con la usabilidad web»

Country & Western, bienvenidos al far west

Country & Western es el último disco de Siniestro Total. Salió a la venta el 14 de septiembre de 2010 y lo compré (sí, lo compré) en iTunes al día siguiente. Desde entonces, más de cuatro meses después, lo escuché hasta la saciedad. Y estas son mis conclusiones.  Seguir leyendo «Country & Western, bienvenidos al far west»

La batalla del bosque de Teutoburgo

Si pensamos en batallas que cambiaron el rumbo de la historia, nos vendrán a la cabeza Waterloo, Termópilas, Normandía o Stalingrado. Un puñado de nombres entre los que es probable que no esté Teutoburgo. Y, sin embargo, fue una de las más decisivas de la Antigüedad.

Seguir leyendo «La batalla del bosque de Teutoburgo»

El gallego se estrena en el Senado de la mano del PNV

É unha pena que vostede sexa galega e non faga uso da lingua na que Rosalía escribiu tan fermosos versos.

Esta fue la primera frase que se pronunció en gallego en el Senado. Y quien lo dijo fue la senadora del PNV Miren Leanizbarrutia que, después de su intervención en euskera, reprochó de este modo que María Jesús Sáinz, del PP, no utilizase el gallego con la siguiente justificación:

Desde luego amo a Galicia y mi lengua gallega, de la me que siento muy orgullosa; por eso fue para mi un honor dar las primeras clases de gallego sin remuneración, pero voy a utilizar el castellano porque hablaré de un tema que afecta a todos los españoles.

Claro. Una justificación que carece de sentido habida cuenta de la existencia de los traductores.

Y, sí, es una pena que la orgullosa gallega no utilice su propio idioma.

La noticia completa en Xornal.com: Unha política vasca estrea o galego no Senado tras negarse o PPdeG.

Los verdaderos nombres de España

Olvídate de nacionalismos, de lenguas vernáculas (como se llamaban cuando yo hacía EGB) y demás zarandajas. Piensa únicamente en castellano y en las lenguas anteriores a la formación de la lengua de Cervantes (topicazo al canto), muchas de ellas prerromanas. Dicho de otra forma, centrémonos en la etimología de los topónimos españoles y rehagamos así el mapa estatal. ¿Resultado? Lo que nos ofrece hoy La Información en el gráfico Los verdaderos nombres de España.

Como ejercicio es interesante, aunque en algunos casos se opta por unas teorías obviando otras. También hay algún error, claro, pero de eso no se libra nadie. Es el caso de Lugo:
Los verdaderos nombres de España: Lugo

Lucum era la palabra latina para designar a un bosque sagrado. También puede provenir del nombre del dios celta Lugus.

No discuto el significado del término lucum, pero el gentilicio latino para Lugo era Lucus Augusti. Lucus, en latín, y hasta donde yo sé, no significa nada. Hay un teoría que dice que es una corrupción de Locus Augusti, que vendría a significar «el lugar de Augusto». Por otra parte, Lugus es la latinización de Lug o Lugh, el nombre original del dios celta, y, francamente, no veo yo a los romanos adoptando un dios de un pueblo menor.

En cualquier caso, merece la pena hacer un recorrido por esta España hipotética.

El adversario es otro

El adversario es otro, titula Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura, su artículo publicado hoy en El País. Su artículo parte de la polémica creada en internet en torno a la llamada «Ley Sinde» y al post La cena del miedo, de Amador Fernández-Savater, y pretende ser una respuesta a todos sus (sí, parece algo personal) opositores.

Tras un título conciliador, se encuentran un cúmulo de imprecisiones, errores, omisiones intencionadas y hasta un punto de victimismo. Como no soy de envenenarme (bueno, sí, lo soy, pero no quiero), dejo aquí tres enlaces en los que se pueden encontrar algunas reacciones al texto de la ministra:

Dice Enrique Dans, el enemigo no es el internauta, sino la industria cultural, que no representa los intereses de los creadores, y quiere mantener a toda costa un modelo de negocio anclado en el pasado y de espaldas a la realidad. Si iTunes funciona, si la gente se hace cuentas premium de Spotify si, en definitiva, la gente sigue pagando por consumir cultura, ¿por qué no buscan una línea de negocio similar, en lugar de pretender seguir con un sistema arcaico?

Los diputados gallegos no saben gallego y no les importa

Sí, el título es correcto: Los diputados gallegos no saben gallego y no les importa. No sólo emplean tiempos compuestos (del tipo «he dito»), que en gallego no existen. No sólo se les ponen cursos voluntarios de gallego, cuando para cualquier otro que aspire a formar parte de la administración en Galicia sería obligatorio. Qué va. Además, sólo se apuntaron 40 de los 75 que forman el parlamento gallego. Y de los 25 que empezaban el curso ayer, sólo se presentaron seis (Xaquín Fernández Leiceaga, José Manuel Lage Tuñas, Guillermo Meijón y Pablo López, del PSdeG; Ana Pontón, BNG; y Pablo Cobián, PP). De los restantes 19 sólo dos (Mar Barcón y Modesto Pose, del PSdeG) tienen excusa. Quedan 17 que, supongo, ni irán ni se les espera. Claro que era a una hora muy mañanera, las 9:00, pobriños míos.

Pero, para más inri, según la noticia publicada por El faro de Vigo:

El día de ayer, además, dejó una curiosidad, como fue escuchar a uno de los diputados preguntar si los cuadernos de ejercicios que recomendó el profesor serían aportados por el propio Parlamento. El mismo que este año limitó la gratuidad de los libros de texto.

En fin…

Palabras, metáforas e insultos

Decía Friedrich Nietzsche que las palabras son metáforas y que a medida que se usan van perdiendo su sentido, hasta que quedan vacías.

Hoy leo un reportaje de Juan Cruz en El País titulado El lenguaje de la basura que me recordó la reflexión del filósofo alemán. Juan Cruz repasa el lenguaje televisivo en el que el insulto campa a sus anchas para, a través de una cita de José Luis Cuerda («las palabras se han abaratado»), afirmar que «la costumbre del insulto ha arraigado de tal manera que los insultos se televisan».

También recurre a Juan Marsé para mencionar el hecho de que los moderadores no son tales y que, más bien, azuzan a los invitados para que sigan insultándose cada vez más y más. Estos moderadores siguen la máxima, verbalizada por Marsé, de «si no hay polémica, no hay espectáculo».

Y en estas estamos, la programación de televisión (en especial de algunos canales) hacen que los insultos, como las metáforas nietzschianas, cada día pierdan un poco más de sentido, cada vez harán falta nuevas palabras para ofender, bajar a las simas cada vez más profundas de la ignominia.

Suites imperiales, Bret Easton Ellis

Suites imperiales, Bret Easton Ellis

Argumento
Clay, niño bien y guionista de cine, regresa a Hollywood desde Nueva York para participar en el cásting de una película que escribió. Se reencuentra con conocidos del pasado, inicia una relación con una aspirante a actriz, llamada Rain Turner, y su vida se va a acabar complicándose hasta límites insospechados.

Comentario
Los personajes de Menos que cero (1985) vuelven a escena 25 años más tarde y con un estilo que apenas cambió en un cuarto de siglo. La falsa superficialidad que sólo escode una falsa sensación de trascendencia.

Si leíste alguno de los libros anteriores de Bret Easton Ellis, ya leíste este; si te gustaron los anteriores, te gustará este.